Es común ver como los medios de difusión de información las novelas, la publicidad, los realityes reproducen cotidianamente la estigmatizacion de géneros y la discriminación si bien es cierto que esto hace parte de la identidad cultural, es difícil llegar a concluir si son los medios los que legitiman estos conceptos, o es la sociedad la que legitima los Mass Media.
Inconscientemente estos contenidos se adieren a nuestra mentalidad del mundo, y tanto hombres como mujeres nos hacemos presas de ellos, puesto que los estereotipos no limitan solo la identidad de las mujeres, sino también de hombres. Sin embargo, se somete siempre el rol femenino, al patriarcado, que históricamente se ha impregnado en muchos contextos. Pese a la "liberación femenina" y al surgimiento del feminismo los estereotipos han cambiado paulatinamente y no siempre son tolerantes con ambos géneros.
Como sabiamente decía Simone de Beauvoir "No se nace mujer, se llega a serlo", no podemos tildar absolutamente a las personas que siguen estos modelos de "feminidad" y "masculinidad" pues estos conceptos se fundaron en su experiencia educativa y en su vivencia del mundo, pero si podemos cuestionarnos e incluso contribuir para aceptar la diferencia y disminuir la violencia de genero.
Cotidianamente nos enfrentamos a cientos de productos y de estrategias comerciales, que fomentan la estigmatizacion de géneros no sabemos hasta que punto esto cale nuestra conciencia, pues no todos nos sentimos identificados, sin embargo su uso continuo de una u otra forma debe estar sometido a su eficacia. Por esa razon es importante desarrollar una actitud critica ante los Medios, y descifrar que signifacacion tiene una imagen o simplemente las palabras. ¿Que mensajes nos envían?, ¿Como se evidencia la violencia de genero?, ¿Como la publicidad condiciona nuestra identidad y actuar humanos? Son interrogantes que debemos despejar, para cambiar paradigmas y visibilizar la diferencia, teniendo en cuenta que el concepto de géneros no se teje solamente de modo binario, sino que perspectivas diferentes han surgido, como los caracterizados por comunidades LGBTI.
Es difícil juzgar quienes es en mayor medida son victimas del sexismo, puesto que se han reivindicado roles de hombre/mujer. La revolución sexual ocurrida en los Años Sesentas, en el contexto de la revolución cultural, puso en evidencia la posibilidad de estas limitaciones, sin embargo el patriarcado, no ha suprimido los estigmas de la figura femenina, sino que simplemente se han visto reemplazados. Esta en nuestras manos la disminución de la violencia de genero, situación de la que diariamente somo victimas y victimarios. Las mujeres somos discriminadas frecuentemente por los contenidos de los Mass Media, sin embargo, nos acogemos a los estigmas que nos limitan la autonomía y el Gobierno de si mismas, asumiéndolo como parte innata de nuestra identidad y de nuestro rol en la sociedad.
Una conciencia critica frente a los paradigmas de genero y fortaleza de autodeterminación son condiciones necesarias para la liberación social frente al fenómeno del sexismo, que sin darnos cuenta nos agrede y condiciona permanentemente.
Es difícil juzgar quienes es en mayor medida son victimas del sexismo, puesto que se han reivindicado roles de hombre/mujer. La revolución sexual ocurrida en los Años Sesentas, en el contexto de la revolución cultural, puso en evidencia la posibilidad de estas limitaciones, sin embargo el patriarcado, no ha suprimido los estigmas de la figura femenina, sino que simplemente se han visto reemplazados. Esta en nuestras manos la disminución de la violencia de genero, situación de la que diariamente somo victimas y victimarios. Las mujeres somos discriminadas frecuentemente por los contenidos de los Mass Media, sin embargo, nos acogemos a los estigmas que nos limitan la autonomía y el Gobierno de si mismas, asumiéndolo como parte innata de nuestra identidad y de nuestro rol en la sociedad.
Una conciencia critica frente a los paradigmas de genero y fortaleza de autodeterminación son condiciones necesarias para la liberación social frente al fenómeno del sexismo, que sin darnos cuenta nos agrede y condiciona permanentemente.
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